Carroñeras

Que muera un animal en el campo por causas humanas es una gran desgracia para la naturaleza. Pero también en el campo, los animales pueden morir por causas naturales. Pero lo que supone una desgracia para unos, puede ser el sustento de vida para otros. En este caso, un corzo, sirvió de alimento a más de un centenar de buitres leonados (Gyps fulvus), tres buitres negros (Aegypius monachus) y un alimoche (Neophron percnopterus).

Buitre leonado (Gyps fulvus) / Griffon Vulture

Buitre leonado (Gyps fulvus) / Griffon Vulture

Los primeros en bajar fueron los buitres leonados. Uno, otro, otro, diez, más de 50 ..., una locura!! No sabíamos que escena fotografiar y estuvimos bastante tiempo, simplemente observando y disfrutando del momento.

Buitre leonado (Gyps fulvus) / Griffon Vulture

 Enseguida las cabezas de los buitres se tornaban de un color rojizo y daban buena cuenta de la carroña.

Buitre leonado (Gyps fulvus) / Griffon Vulture

 

 

 

Buitre leonado (Gyps fulvus) / Griffon Vulture

También los jóvenes de este año bajaban a la carroña, aunque fueron los últimos en entrar a comer las sobras.

Buitre negro (Aegypius monachus) / Cinereous Vulture

Los buitres negros bajaron en medio de la carroñada y comenzaron a hacerse hueco para comer algo.

Buitre negro (Aegypius monachus) / Cinereous Vulture

Buitre negro (Aegypius monachus) / Cinereous Vulture

Por último, un alimoche adulto y un cuervo bajaron buscando algún resto que poderse llevar al buche.

Alimoche común (Neophron percnopterus) / Egyptian Vulture

Alimoche común (Neophron percnopterus) / Egyptian Vulture

Todas estas vivencias ocurrieron en 40 minutos, algo sorprendente. Solamente dejaron los huesos grandes, eso sí, bien limpios. Fue una experiencia inolvidable.